El pensamiento REFLEXIVO o crítico requiere un esfuerzo persistente para
examinar cualquier creencia o forma de conocimiento a la luz de la evidencia
que lo apoya y las conclusiones consiguientes a las que tiende (Glaser, 1941;
citado por Fisher, 2001). Además de los elementos comunes con la definición
de Dewey, aquí hay un énfasis en ciertas destrezas intelectuales que son
requeridas. Otro elemento nuevo aparece en la definición de Norris y Ennis
(1989) el pensamiento crítico es un pensamiento reflexivo, razonable que se
enfoca en la decisión acerca de qué creer o hacer. Aquí la definición trasciende
el campo propiamente intelectual para incorporar también el área más práctica
de la acción y toma de decisiones.
El pensamiento crítico
se consigue a través de un proceso consciente de mejoramiento mediante la
autocrítica dirigida a cómo está pensando uno. Como dijo Halpern (1998)
cuando la gente piensa críticamente está evaluando los resultados de sus
procesos mentales. Finalmente, Fisher y Scriven (1997) concluyeron que
el pensamiento crítico es una diestra y activa interpretación y evaluación
de observaciones y comunicaciones, información y argumentación. Aquí se
manifiesta de manera más completa la naturaleza del concepto como una
habilidad académica crucial.
BIBLIOGRAFÍA
Fisher, A. (2001). Critical thinking: An introduction. New York: Cambridge
University Press.
Halpern, D. (1998). Teaching critical thinking for transfer across domains.
Dispositions, skills, structure training, and metacognitive monitoring.
American Psychologist, 53, 449-455.
Norris, S. & Ennis, R. (1989). Evaluating critical thinking. Pacific Grove:
Midwest Publications.
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